INGREDIENTES
1/2
kilo de caracoles
1
tomate gordo (maduro)
1
cebolla mediana
8
almendras peladas. Piñones y perejil al gusto
1/2
guindilla y 4 ó 5 granos de pimienta negra
1 cucharadita
de pimentón (de las de postre)
1
cucharadita de harina (de las de postre)
Ajos
Agua
Coñac y
vinagre
Aceite
y sal al gusto
Hierbabuena
PREPARACIÓN
1º: Se
lavan los caracoles. Los que van sacando el cuerpo se pasan en un recipiente;
los que no lo hacen, se tiran. Ya hecha esta selección se lavan de nuevo
con agua, se tira ese agua y se enjuagan durante el mayor tiempo posible con un
puñado de sal y un poco de vinagre. Se vuelven a lavar y se repite el proceso unas cuantas veces, hasta que no saquen casi babas.
2º: Una
vez limpios los caracoles, se pasan a una cacerola con agua tibia. Se ponen al fuego para espumarlos. Volvemos a
cambiar el agua y los dejamos hervir unos 20 minutos más.
3º: Mientras
tanto se tritura el tomate, la cebolla, los piñones, las almendras tostadas, la hierbabuena, el perejil y los ajos. Se sofríen en una sartén junto
con la 1/2 guindilla, al final del
sofrito se añade una cucharadita de harina y el pimentón, removiendo para
que no se llegue a pegar el pimentón.
4º: Se
pone una olla, con agua de la última cocción de los caracoles,
un poco más de agua limpia, el sofrito, un chorro de coñac, vinagre y la
pimienta y se deja hervir durante unos 20 minutos.
5º: Se echan los caracoles en la
salsa y se dejan un ratito para que se impregnen de la salsa.
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